Su fama de diva le precede -es de esas personas que antes de llegar a un lugar manda un interminable listado de exigencias- pero eso no ha impedido que en tan sólo nueve años su sueldo se haya multiplicado por diez. Mirada felina, piel bronceada, voz melodiosa y un profundo conocimiento de su propia versatilidad han hecho de Jennifer López una de las estrellas de más tirón del actual panorama artístico.
Tras las más recientes Planes de boda y Mirada de ángel, estrena en España Nunca más. En cola de espera, Gigli, la película en cuyo rodaje conoció a Ben Affleck a finales del año pasado, The Chambermaid, la moderna versión de la cenicienta que ha grabado junto a Ralph Fiennes y The Jersey Girl, filme que rueda en estos momentos de nuevo con Ben Affleck como pareja, y ya no sólo en la ficción.
Pero además J. Lo sigue con su carrera musical, lanzó al mundo de la moda con una marca de ropa que lleva sus iniciales, abrió el restaurante Madre’s poco antes de anunciar la separación de su marido, Cris Judd, después de ocho meses de matrimonio, y ya tiene en la calle su propio perfume. Y es que, todo lo que toca Jennifer tiene una magia especial , cualidad que le ha convertido en la reina latina del momento. Conseguir el papel de Selena por encima de otras actrices con más experiencia le hizo subirse al trono, un trono desde el que parece dirigir el mundo que le rodea a su antojo.
