Anthony Hopkins y la que ha sido su mujer durante 29 años, Jennifer Lynton, han terminado definitivamente su relación al haberles sido concedida la demanda de divorcio que interpusieron hace algunos meses en un tribunal de Londres.
El ganador de un Oscar por El silencio de los corderos y su segunda esposa vivían separados desde hacía dos años. Según la prensa británica, fue la diferencia en los estilos de vida de cada uno lo que les hizo distanciarse, pues mientras Hopkins adora la vida glamourosa de California, Jennifer siempre ha preferido residir más tranquilamente en Londres, donde colabora con algunas instituciones benéficas.
Fuentes cercanas a la pareja han manifestado que la cuestión financiera entre ellos aún no ha quedado resuelta. "Anthony va a ser todo lo generoso que le sea posible -señaló un amigo del actor-; él aprecia toda la ayuda y el apoyo que Jennifer le ha dado en los años que han estado juntos".
Lynton y Hopkins se casaron en 1973, un año después de que la estrella de Hollywood se divorciara de su primera esposa, Petronella Barher, a la que estuvo unido tan solo cuatro años.
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