Aún no hay fecha concreta para el inicio del rodaje, pero Madonna será la protagonista del nuevo proyecto cinematográfico de su marido, Guy Ritchie. El filme, una adaptación del largometraje italiano Travolti da un insólito destino nell’azzurro mare d’Agosto (Swept away) de 1975, narra la historia de una mujer rica y caprichosa que, durante unas vacaciones en el mediterráneo se enamora de un pescador comunista.
Esta no es la primera vez que la estrella de la música y el director británico trabajarán juntos. El buen resultado de sus dos colaboraciones anteriores - el vídeo de la cantante What it feels like for a girl, que dirigió Ritchie el pasado diciembre y un anuncio de BMW- ha sido lo que ha convencido a la pareja para dar el gran salto. Con su tercer largometraje, el marido de Madonna cambiará radicalmente de registro y se desmarcará del estilo de sus dos anteriores cintas, Lock & Stock y Snatch: cerdos y diamantes protagonizada por Brad Pitt, ambas ambientadas en el los bajos fondos londinenses.
Por su parte, Madonna, que tras triunfar en Europa con su gira, Drowned World Tour se presenta estos días en los escenarios estadounidenses, ha participado en 17 películas con diverso resultados y críticas. Tras su estreno en 1979 con A certain sacrifice de Stephen Jon Lewicki, ha trabajado en filmes como Evita junto a Antonio Banderas en 1996, o en anteriores producciones como Shangai Surprise en 1986 -en la que coincidió con su primer marido, Sean Penn-, Buscando a Susan desesperadamente, ¿Quién es esa chica? o Dick Tracy. Su última aparición en la gran pantalla fue junto a Rupert Everett en Algo casi perfecto.
