Lejos de todo glamour, Russell Crowe abandonó su condición de gran estrella de Hollywood para subirse en una moto y pasear por Madrid como un ciudadano más. El actor neozelandés llega a España procedente de Roma para presentar Proof of life, película que le unió en la ficción y en la vida real a Meg Ryan. Con pantalón vaquero y casco negro se subió en una scooter roja, quizá para evitar el tráfico de la capital.
Como un ciudadano más Junto a unos amigos, se dedicó a visitar los sitios más típicos e incluso aprovechó para acercarse a un centro comercial y realizar algunas compras.
Russell acudió a algunas de las boutiques de más renombre de la ciudad y adquirió algunas prendas de ropa de mujer. Lo que no se sabe es si las prendas serán para Meg Ryan, con quien, hasta ahora, mantenía un romance -aunque parece que la pareja atraviesa una crisis-.
Nadie podría imaginarse que el duro actor de Gladiator recorría las calles madrileñas subido en una pequeña moto y vestido de forma deportiva por lo que logró pasar inadvertido para la mayoría de los ciudadanos. Quiso demostrar, con su actitud, que es una persona sencilla y en el hotel en el que se alejó dejó claro que no quería tratos especiales. Durante su estancia en España, Russell Crowe ha estado acompañado en todo momento por Mónica Schwartz, hija de Fernando Schawrtz que se encargó de hacerle el plano para visitar los lugares más típicos de la capital y de que su estancia resultara lo más agradable posible.
Nominado como mejor actor Tras la promoción se su nuevo trabajo, que le está llevando por varias ciudades europeas, Russell Crowe regresará a los Estados Unidos para estar presente en la próxima gala de los Oscars que se celebrará el 25 de marzo en los Ángeles, no sin antes pasar por su rancho australiano, lugar por le que siente una especial predilección. Como es sabido, Russell Crowe competirá por el Oscar como mejor actor frente a Javier Bardem, Geoffrey Rush, Ed Harris y Tom Hanks, por su papel en Gladiator filme que opta a 12 estatuillas.
Precisamente y gracias a su nuevo filme, Russell Crowe ha podido conocer Roma y el gran Coliseo -en Gladiator se hizo una reconstrucción parcial en Malta y el resto se generó por ordenador-. El actor no perdió ocasión y visitó el lugar mezclándose con la gente como un turista más. Eso sí, ante la magnificencia del monumento no pudo evitar un comentario: "El Coliseo es realmente antiguo, ¿no?"
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