En la adolescencia, a los 20, a los 30, a los 60... además de una buena limpieza, existe un gesto que te acompaña toda la vida y que nunca puede faltar en tu ritual de belleza: la hidratación. Tener la piel seca no solo hace que la sientas tirante, también provoca que se marquen más las líneas de expresión e incluso que el maquillaje quede desigual. Si te has cuidado durante la noche con las mascarillas que te dejan el cutis más suave mientras duermes, aprovecha las horas del día para beber la cantidad de agua recomendada e hidratarte en tiempo récord con las brumas faciales más completas. Estas son las 9 fórmulas con las que refrescarte cuando lo necesites y revitalizar el cutis al mismo tiempo.