Irina Shayk sabe cómo disimular las pocas horas de sueño sin necesidad de aplicar máscara de pestañas. Su técnica es tan sencilla que el resultado parece casi natural: aplicar una sombra de ojos de un tono marrón-rojizo alrededor del perímetro de la mirada. 

Además de este truco, la rusa también pone en práctica el tightlining, una técnica que consiste en pasar un lápiz marrón o negro por la base de las pestañas para definir la forma sin tener que maquillarlas por completo. 

Dos gestos muy sencillos y aptos para principiantes que adorarán las que se maquillan poco pero buscan un look con el que potenciar la mirada por el uso obligatorio de la mascarilla.