La vida en rosa

Posiblemente, el color más femenino que existe, curiosa combinación entre la inocencia del blanco y el apasionado fuego del rojo. Emite un mensaje de inocencia e ingenuidad que tiene sus propias reglas, que deben respetarse para conseguir un aspecto fresco y favorecedor.

Por hola.com
Para la mirada, ojos llenos de luz. A la hora de maquillar los párpados, conviene evitar los tonos rosa más chillones y agresivos. Dé un rodeo alrededor del fucsia, y aléjese del rosa chicle: son colores que restan protagonismo al iris sin destacar su color. Mucho más favorecedor resulta apostar por un rosa muy pálido aplicado bien sobre todo el párpado (en un velo muy fino y natural), o bien justo bajo el arco exterior de la ceja, para así iluminar la zona y abrir la mirada. Las mujeres que tengan los ojos muy juntos o una mirada cansada pueden verse favorecidas aplicando un toque de rosa muy claro en la zona del lagrimal, lo que contribuye a iluminar un área algo oscura y da un aspecto más fresco.

Un aire de frescor en las mejillas. Los cutis claros, cuando se ruborizan, adquieren un tono arrebolado que combina a la perfección con los coloretes rosados, que lo simulan e imitan a la perfección. Cuando la piel es pálida, aplicar un suave toque de rosa en el centro de las mejillas puede darle un aspecto saludable y fresco a la tez, imitando el aspecto que se tiene tras un vigoroso paseo al aire libre. Para encontrar el punto justo de aplicación, no tiene más que sonreír abiertamente ante el espejo y extender el color en lo más alto de la mejilla, siempre con gestos circulares y difuminando mucho el producto. Busque un efecto de transparencia, que deje traslucir la carnación natural de la piel, y huya de los efectos exagerados y demasiado intensos.

Las mujeres de tez oscura harán mejor en apostar por rosas más intensos, como los que se mueven en la gama de los fucsias y los violáceos. En este caso, el colorete no debe aplicarse en el centro de las mejillas, sino más bien bajo los pómulos, modelando las facciones. Un buen truco para actualizar el look de verano usando el rosa es mezclar colorete fucsia con polvos de sol, lo que da un reflejo muy vivo al bronceado.

Sonrisas de aire ingenuo. ¿Le asusta la idea de regresar a las barras de labios en rosa nacarado que tanto se llevaban en los ochenta? No se asuste, que no han regresado para campar por sus fueros. Los labios se visten de rosa, pero siempre declinados en gamas mucho más naturales que los tonos chiclosos del pasado.

A las mujeres rubias y/o de tez clara les favorecen los colores claros, que van del escarchado al malva. Huya de los tonos demasiado azulados o blanquecinos, que dan un aspecto cianótico y mortecino muy poco favorecedor. Un buen labial debe aportar cierta calidez para iluminar la expresión. Al apostar por el rosa claro, debe elegir fórmulas cremosas y muy jugosas, huyendo del acabado mate, más propio del invierno, y apostar por el brillo.

Quien tenga la tez más oscura se sentirá más cómoda con las declinaciones más intensas del rosa, como las formadas por las familias del rosa palo o el fucsia. Este resulta especialmente favorecedor a las mujeres de piel y pelo negro o castaño profundo, pues transmite una imagen muy seductora, más aún cuando se está bronceada.