En femenino. Así se escribe el look más nuevo, tierno y romántico de la primavera. Como si de una fiebre se tratara, los diseñadores han apostado por una mujer de aspecto dulce, suave, mimoso, que muestra un rostro apenas maquillado, donde los tonos delicados y rosas se tornan protagonistas. Estas son sus claves y algunos de los productos que permiten conseguirlos.
La piel ha de verse muy transparente y natural. Se imponen los maquillajes muy ligeros, siempre del mismo tono de la tez (ante la duda, siempre un tono más claro, ¡nunca más oscuro!) o las cremas con color. Es importante que se vea la calidad de la piel, evitando el "efecto máscara".
En caso de tener un buen cutis, basta con un toque de polvos traslúcidos para matizar brillos como único maquillaje.
Los ojos han de verse muy naturales. Esto se consigue aplicando una capa de sombra muy clara, en un tono hueso, beige o vainilla, en todo el párpado, y delineando apenas junto a la raíz de las pestañas con un lápiz castaño o bien aplicando un fino tazo de sombra marrón en el párpado superior.
Si alguien quiere añadir un toque del color de la temporada en los ojos, nada como usar un rosa muy, muy claro como base (dará un tono más delicado al castaño) o aplicarlo en el área del lagrimal, para dar luz, o bien bajo el arco de la ceja.
¡Prohibidas las líneas muy marcadas! La suavidad es la clave, conseguida difuminando muy bien todos los trazos.
Las mejillas son protagonistas en este look inocente. Se tiñen de un suave rubor rosado como el de adolescentes avergonzadas. Esto se consigue aplicando un colorete muy traslúcido en lo más alto de las mejillas en forma circular. Conviene tener en cuenta los nuevos coloretes en espuma, que se funden con la tez, dejando un aspecto muy natural.
A quien le gusten los coloretes intensos puede combinar un tono más fuerte como base, para esculpir más el rostro, sobre el que se dará un toque de rosa, lo que Bobbi Brown llama un "pop de color".
Los labios están acordes con la dulzura general. Para dibujar una boca natural, nada como delinearla antes con un lápiz del mismo tono de los labios, lo que le da mayor definición, y difuminar esta línea con un bastoncito de algodón.
Para conseguir el efecto más actual, nada como extender la barra de labios con el dedo o un pincel, para dejar tan sólo un velo de color, que insinúe la carnación natural de la boca por debajo. Y tampoco conviene pasarse con el gloss: la idea es conseguir un brillo matizado, no un efecto vinilo.
No a todas las mujeres les va bien el rosa claro: ellas pueden mezclar su labial habitual con este tono. Por ejemplo, la combinación de un marrón suave con el rosa da un tono palo muy favorecedor y a la vez, natural.
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