Schröder, lejos de tomárselo con sentido del humor y en medio de la tensión por la próximas elecciones generales, decidió llevar el asunto a los tribunales, al considerar vulnerado su honor y su imagen. El canciller alemán pensó que suponía un atentado contra su autenticidad y que si se ponía en duda su credibilidad en el asunto capilar, se dudaría de su palabra en temas de mayor envergadura. Es por ello que, a pesar de que la agencia pidió perdón al jefe del Ejecutivo alemán e incluso pasó una nota con la rectificación, Schröder llevó el asunto a los tribunales.
Ahora el juez de la Audiencia Provincial de Hamburgo encargado del caso le ha dado la razón y ha condenado a la agencia por no actuar profesionalmente. Según la sentencia, la agencia de noticias debía haber comprobado la información antes de publicarla e incluso preguntado al interesado. La Ddp ya ha anunciado que recurrirá la sentencia al considerarla un grave atentado a la libertad de prensa.
Pero parece que la polémica no acabará aquí. En espera de la sentencia, esta semana una marca de cosmésticos capilares para hombre insertó varios anuncios en los principales periódicos alemanes en los que se podía ver un fotomontaje de la imagen de Schroeder con el cabello teñido de rojo chillón y el lema: ¡No te enfades, hombre, lo importante es tener el cabello tupido, Gerhard!.
Además la revista Stern en su portada de esta semana mostraba otro fotomontaje con la imagen del mandatario alemán al desnudo con una hoja de parra cubriendo su parte más noble y con el titular sobreimpreso: La verdad al desnudo.
Aunque en Alemania está prohibido el uso de la imagen de personalidades públicas en fotomontajes con fines publicitarios o promocionales, parece poco probable que el canciller decida llevar el asunto ante los tribunales, en vista de la repercusión que la cuestión capilar tuvo en el país y que en nada benefició a su imagen política.