Es el color de la seguridad, la estabilidad y la serenidad. Aburrido para unos, cálido para otros, los tonos tierra demuestran tener sentido del deber y la responsabilidad, por lo que es perfecto para las ocasiones en que se ha de mostrar un carácter conciliador y poco amenazador. Por el contrario, puede resultar poco sofisticado y algo anodino en ocasiones donde se requiere un toque de glamour.
Encarna la juventud, la ternura y el juego. Es un tono inocente y delicado, que en su vertiente más vibrante, como la que muestran los tonos coral, se hace osado y aventurero, perfecto para quienes amen los desafíos y la emoción.
Es el color femenino por excelencia, un tono que inspira calma y ternura. Las mujeres que optan por estas tonalidades demuestran tener un carácter romántico y soñador. Es adecuado para ocasiones en que debe mostrarse un lado delicado, pero poco aconsejable para reuniones de negocios, ya que no inspira autoridad.
Encarna la tranquilidad. Es el color de los negocios por excelencia, un comodín que no falla, pero que fuera de la vida laboral, debe combinarse con tonos más vivos para restarle seriedad, ya que es un tono sobrio por naturaleza.
