¡A todo brillo! Cómo tener un pelo resplandeciente

Por hola.com

Sin duda, el brillo es uno de los signos propios de un cabello bonito y sano, y preservarlo es necesario para asegurar su belleza. ¿Cómo conseguirlo?

Lo más importante para que el pelo brille es que las escamas que recubren la capa externa de cada cabello estén cerradas, en perfecta alineación, formando una capa lisa capaz de reflejar la luz.

Hay que proteger la salud de la cutícula del cabello evitando los factores que la abren y dañan (como, por ejemplo, los tintes, las permanentes, el secado excesivo o los cardados) y manteniéndola siempre lisa.

Al secar el pelo, hágalo de arriba hacia abajo, para aplanar la cutícula, y a temperatura media, nunca con aire demasiado caliente. Si le quema la mano… ¡cuidado! Eso quiere decir que también le estará friendo el cabello.

El agua dura, demasiado rica en cal, se deposita sobre la cutícula y apaga el brillo. Para contrarrestar sus efectos, use al menos cada 15 días un champú de arrastre, como el de Neutrogena, el champú clarificante de Pantene Pro-V o el champú al extracto de cidra de Klorane. En el último aclarado puede añadir unas gotas de limón o de vinagre para eliminar ese exceso de calcio y potenciar el brillo.

El sol no sólo degrada el color, especialmente el del cabello teñido, sino que además deteriora la cutícula, impidiendo así que refleje la luz; la contaminación también le roba brillo al pelo, al depositar residuos sobre el mismo. ¿La solución más sencilla? Si hace falta, lavarlo con más frecuencia, siempre con champús suaves.

La forma más sencilla de garantizar el brillo del cabello es usar un acondicionador tras el lavado, pues cierra la cutícula y alisa su superficie. En casos de pelo muy fosco o necesitado de hidratación extra, puede recurrir a un producto de brillo como el realzador del brillo del color de Schwarzkopf, TecNi Gloss de L’Oréal o Lumi Extract de Kérastase Nutritive. Estos productos deben aplicarse con mucha mesura y prudencia, pues si se pone demasiado, puede conseguir el efecto contrario y que el pelo parezca sucio.