Ha tardado en llegar. De hecho, en España se estaba viviendo uno de los veranos más atípicos de los últimos años, con temperaturas casi primaverales en muchos lugares. Sin embargo, parece que, a las puertas ya del mes de agosto, el calor ha decidido llegar para quedarse y se han alcanzado ya temperaturas propias de estos meses. El aire acondicionado y el agua refrescante de fuentes y piscinas parecen ser los únicos remedios para combatir estas temperaturas que se han disparado. Por este motivo, los expertos insisten en la prevención y realizan una serie de recomendaciones útiles de las que hay que tomar buena nota. Beber mucho líquido, protegerse del sol, ventilar adecuadamente los espacios, prestar atención a las personas más frágiles como niños y ancianos y, en definitiva, actuar con sentido común sin confiarse en exceso son las claves para prevenir las consecuencias del calor extremo.
Entre las recomendaciones dirigidas a la población, se destaca que la mejor manera de evitar las posibles consecuencias de este fenómeno atmosférico es conocer cuáles son los riesgos y actuar de manera anticipada para prevenirlos: