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Cómo mimar los ojos en verano
En los meses de verano, la vista también sufre y se multiplican las alergias y las conjuntivitis
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El cloro de las piscinas se convierte también en un enemigo de nuestros ojos.
En la piscina
El cloro es un irritante que altera nuestros ojos, por lo que hay que intentar, en la medida de lo posible, el contacto directo con el agua de las piscinas utilizando gafas de natación adecuadas.
En la montaña
La sequedad propia del verano en ambientes lejanos al mar provoca una mayor evaporación de la lágrima, aumentando la sensación de ojo seco. Si esto sucede de forma continuada, es fundamental acudir al especialista para que analice el caso y nos dé posibles soluciones.
En el trabajo
La exposición continuada al aire acondicionado en estos meses de calor hace que se reseque el ambiente, perjudicando más de lo normal a nuestros ojos. Es complicado, pero la solución estaría en evitar la exposición continuada en estos ambientes y utilizar un humidificador o lágrimas artificiales si es necesario.
Además, el uso continuado del ordenador puede producir cansancio o fatiga visual. Es conveniente trabajar a una distancia adecuada de la pantalla, tomando además breves descansos periódicos.
Alergias
Durante el verano, el descenso de lluvias produce un incremento de partículas en suspensión en el aire, generando un ambiente más cargado que puede provocar alergias oculares. Por ello, es importante proteger la vista con gafas de sol homologadas y acudir al especialista en cuanto que se percibe algún síntoma. Sus ojos se lo agradecerán.
Prohibida su reproducción total o parcial. ©2008 Hola, S.A.