|
Hay que intentar conducir lo menos posible durante las horas nocturnas y sobre todo durante la madrugada.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Síntomas de fatiga
Nos indicarán que no estamos en condiciones de conducir. Pueden percibirse por uno mismo o por las personas que nos acompañana. Si notan alguno de ellos, conviene parar y descansar el tiempo que sea necesario.
Pesadez de cabeza y sensación de embotamiento.
Cambios muy frecuentes de postura, inquietud.
Sobresaltos injustificados.
Pesadez de párpados, parpadeo y picor ocular.
Desviaciones leves de la dirección del vehículo y aumento o disminución injustificada de velocidad.
El sueño
Es uno de los peores enemigos del conductor y, por tanto, causa de un gran número de accidentes, ya que cuando aparece se deja de tener control sobre el vehículo. La mejor recomendación que podemos hacer es que, cuando se presente el sueño durante el viaje, lo mejor es parar y dormir cuanto sea necesario, para así recuperarnos.
Los consejos más útiles para prevenir y tratar este problema son:
Conducir lo menos posible durante las horas nocturnas y sobre todo durante la madrugada.
Realizar frecuentes paradas para romper la monotonía del viaje.
Si tiene compañía, procure hablar lo más posible, A veces, la radio o la música pueden ser una solución.
Mantener una temperatura fresca en el interior del vehículo, a ser posible con sensible circulación del aire.
No comer de forma abundante durante el viaje ni tomar bebidas alcohólicas.
Alcohol y seguridad vial
Todas las encuestas y las estadísticas demuestran que el alcohol está implicado en la mitad de los accidentes con resultado de muerte, y en la tercera parte de los accidentes con heridos. Está comprobado que el nivel de alcoholemia en sangre es directamente proporcional al riesgo de accidente. El repetido consejo “si bebes no conduzcas” debe ser una norma de comportamiento en todos los conductores.
|
|