No siempre es fácil elegir perfume. Existen mil y una opciones, con aromas de infinitos matices. Cada uno se adapta mejor a unas u otras personas. ¿Sabe cuál le puede ir bien?
Aromas amaderados. Notas clásicas y ligeramente masculinas, como el sándalo o la madera de cedro, apelan a las mujeres serenas, con un toque clásico y elegante. Son delicadamente sensuales, pues hay que estar cerca para percibirlas a flor de piel.
Cítricos. Muy populares en España, estas fragancias frescas gustan a las personalidades discretas, que no quieren imponer su presencia, y a las que lesgustan los olores a limpio. Por su naturalidad, son perfumes que se eligen para el día a día.
Marinos. Las llamadas notas ozónicas capturan el aroma del agua de mar que recuerdan al salitre e, incluso, a las algas, y gustan a las mujeres muy deportistas, muy activas, amantes del aire libre y de los deportes de agua.
Acuáticos. A diferencia de los marinos, éstos recogen el olor de la lluvia o, muy a menudo, de las flores acuáticas, muy transparentes y ligeras. Son para aquellas mujeres que odien sentirse encerradas, que adoren los espacios abiertos.
Florales. Los bouquets de flores, como las rosas o el jazmín, son el corazón de la gran mayoría de los perfumes clásicos, y gustan a las mujeres femeninas, a las que les gustan las cosas hermosas y los pequeños detalles. ¡Suelen ser grandes anfitrionas!
De flores blancas. El nardo, la gardenia, los lirios, la freesia
Son flores blancas que resultan muy carnales, sensuales, y que dan un aire embriagador a los perfumes que gustan a mujeres muy coquetas, dulces y cariñosas.
Orientales. Las notas de ámbar, de vainilla, pachulí o, incluso, pimienta son la base de las fragancias orientales, que atraen a las mujeres seguras de sí mismas, de fuerte personalidad y sin miedo a destacar sobre los demás.
Gourmet. Estos perfumes contienen notas comestibles como el chocolate, la vainilla, las frutas dulces, los higos o el algodón de azúcar. Tienen gran éxito entre las mujeres sexys y atrevidas, así como entre las más jovencitas, que adoran ese toque goloso.
