Consejos sobre el famoso balón intragástrico
El balón intragástrico es una técnica no quirúrgica consistente en introducir mediante un endoscopio un balón en el estómago. Se rellena de suero fisiológico y se le suele añadir un colorante (azul de metileno) por si el balón se rompe que aparezca este color en la orina. El balón ocupa 2/3 del volumen del estómago por lo que la sensación de saciedad es constante, lo que produce una disminución en la ingesta con la consiguiente pérdida de peso.
Cuando digo muy a mi pesar, no quiero decir, que esté en contra de esta técnica, estoy en contra de la difusión que está teniendo. Es decir, esta técnica está indicada para gente con obesidad mórbida y dentro de un contexto multidisciplinar que abarque nutrición y psiquiatría.
En la actualidad, el balón intragástrico se está poniendo a diestro y siniestro en muchas clínicas, con reconocido prestigio, previo pago.
Esta técnica suele generar más de un problema. Éstos son más importantes si se producen en personas en las que no está indicado el uso del balón. Uno de los inconvenientes más frecuentes es la aparición de vómitos. En alguna ocasión estos son tan acusados que pueden originar úlceras esofágicas.
Por otro lado, la técnica no resultará en ningún caso eficaz, si tras la retirada del balón, la persona no modifica sus hábitos alimenticios, por lo que es muy importante aprender a comer.
Por último, quiero recalcar, que esta técnica bien usada y en pacientes indicados es muy eficaz. Yo estoy a favor de usarla en casos de obesidad mórbida y como paso previo a la cirugía bariátrica.
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