Mídete y pésate para ver la evolución y motivarte

Por Juan Rallo

by hola.com Antes de empezar con un entrenamiento, una dieta o cualquier modalidad de cambio definitivo, deberás tomarte medidas que sirvan de referencia. Peso, contorno e imagen.

No hay mejor referencia de nuestra evolución que nuestro propio sentido del bienestar, pero ya que no se ha inventado el “felicímetro”, vamos a intentar medir las evoluciones obtenidas como fruto de nuestro entrenamiento o mejor dicho, de nuestros cambios en el estilo de vida.

PESO: Muchos doctores y dietistas prohíben a sus pacientes pesarse a su antojo, de hecho, lo normal es que se tomen el peso una vez a la semana, de manera que no se caiga en la tentación de pesarse todos los días, con el consecuente desánimo que provocaría un aumento debido a fluctuaciones normales de la semana. Te recomiendo que tomes esta misma decisión, pésate una vez cada semana para que tus progresos sean más evidentes con el consiguiente refuerzo en el ánimo.

Es la más engañosa de las medidas, aunque si la sabes interpretar es una buena referencia. Puede ser que quieras ganar o perder peso, si este último es tu caso debes saber que cuando empieces a entrenar tu peso aumentará irremediablemente, eso se debe a que tu grasa tarda en desaparecer porque tienes la musculatura algo atrofiada, inferior a la que necesitas, en cambio, tus músculos comenzarán a acumular glucógeno desde la primera sesión, y cada gramo de glucógeno necesita cuatro de agua para conservarse, por tanto aumentará tu peso. Pero no te asustes, este fenómeno dura poco, ya que en cuanto tus músculos comiencen a aumentar de tono consumirán las grasas tanto trabajando como en reposo, por eso debes permanecer constante en tu entrenamiento. Llegará un momento en el que no sólo empezarás a perder peso notablemente, sino que además tu fisonomía mejorará considerablemente.

Por supuesto pésate siempre en las mismas condiciones, a ser posible, recién levantada, desnuda y después de ir al baño. Respecto a las básculas, busca algo medianamente bueno, con poco dinero puedes encontrar aparatos bastante fiables.

CONTORNOS: Para medir tus contornos necesitas una cinta métrica de sastre. La forma de medirte es sencilla, cada contorno debes medirlo tres veces. Anota los tres resultados. Mide 5 contornos:

• Pectoral

• Cintura

• Caderas

• Muslos

• Brazos

En la zona pectoral, mide el contorno una vez terminada la espiración de una respiración normal, y hazlo a la altura del pecho. Y en el abdomen en iguales condiciones y con el estómago relajado.

Estas mediciones son peligrosas, porque es largo el proceso de pérdida de centímetros y puede desanimar, para que no ocurra, piensa que un centímetro es mucha cantidad de grasa eliminada. Como referencia va bien, pero no como único juez de tus mejoras.

FOTOS: Hacerse fotos antes de comenzar con los cambios es una buena referencia para comprobar la evolución, eso sí, asegúrate que siempre te las haces en las mismas condiciones de luz y en la misma postura, puedes hacértelas desde varios ángulos para tener más información.

No te recomiendo que te hagas más de una foto al mes, pues en estas los cambios son muy sutiles y no vale la pena aumentar la frecuencia.

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