Bikram yoga, también conocido como 'yoga a 40º', es exactamente eso, una clase de yoga de 90 minutos con las condiciones de temperatura y de humedad que pretenden simular a las de la India, con 40ºC y 50% de humedad durante todo el transcurso de la clase. Fui a probarlo.
Tras entrar en el centro y descalzarme, como es menester en los centros de yoga, voy al vestuario, me cambio y me meto en la clase. La primera sensación de calor nada más entras en la sala de clases es muy interesante, por un lado te sientes reconfortado por el calorcito, pero por otro notas esa sensación de ahogo al estar en un entorno más cálido que tu propia temperatura corporal, y más con un alto grado de humedad.

Este clima puede ser tu aliado o tu enemigo, si sabes relajarte y aprovecharlo para sentirte cómodo es perfecto para descansar y meditar, de lo contrario te podrías agobiar.
Otra cosa que me llamó la atención de empezar la primera clase fue ver entrar progresivamente a la gente porque llevaban muy poca ropa y mucha piel a la vista.
Nada más empezar la primera clase, empezamos con un ejercicio raro de respiración, es en ese momento donde piensas “¿dónde me he metido?”, pero pasados dos o tres minutos de ese extraño ejercicio empezamos con las asanas o posturas, lo que conocemos como ejercicios de yoga o yoga corporal, y esto hasta el final de la clase cuando se termina con unos pocos ejercicio de respiración y relajación.

Las condiciones ambientales hacen que estés sudando durante los 90 minutos, ya en los ejercicios de respiración notas que empiezas a sudar, aún casi sin moverte. Durante toda la sesión la sudada es máxima, y digo máxima porque no creo que se pueda sudar más, por lo menos en mi caso nunca lo he hecho, y es entonces cuando entiendes que la gente lleve poca ropa, para evitar que se te quede pegada y moleste durante los estiramientos, así que está muy justificado el uso de poca ropa y cuanto más apretada mayor comodidad para las asanas.

Los ejercicios son muy buenos, siempre he pensado que las clases de yoga convencionales, podrían durar la mitad si nos saltásemos transiciones entre ejercicios, meditación y demás, y es exactamente lo que hacen en la clase de  Bikram yoga, ir al grano. Postura tras postura, hasta completar un total de 26. Es más, el ritmo es tan fuerte que no tienes la opción de preguntar al profesor si tienes alguna duda. Eso es lo que más me gusta de este sistema, que no no hay tiempos muertos, se aprovecha el 100% de la duración de la clase. Y es que el Sr. Bikram, después de muchos años de experiencia, lo tiene claro, la gente lo que quiere es más ejercicio y menos meditación.

La primera clase la terminé tan cansado como contento. Llegué el segundo día y me encontré con la sorpresa de que la clase fue calcada a la del primer día, y al decir calcada ya no solo me refiero a las posturas, sino llegando a un nivel de similitud tal que las palabras de la profesora, aun siendo otra, eran las mismas en cada momento. Todas y cada una de las clases de Bikram Yoga son iguales.
Fue al salir de la segunda clase cuando me sentí mejor, ya medio conocía la metodología, y fue exactamente en este momento, cuando me di cuenta de que en esto residía el éxito de la franquicia, ya que, te sientes integrado desde el segundo día, sientes que perteneces al grupo, eres uno más, un practicante de Bikram.
Desde un punto de vista meramente fisiológico, es un ejercicio muy bueno por las postura, eso no lo voy a descubrir yo ahora, pero en este caso las posturas de yoga están muy bien seleccionadas, por un lado sean lo suficientemente fáciles como para que el primer día las puedas hacer sin riesgo y pero permiten mucho margen de mejora. También están muy bien seleccionadas en cuanto a equilibrio, pues trabajan todas las zonas del cuerpo, pero inciden especialmente en las articulaciones de la cadera y la zona lumbar, lugares en los que se acumulan muchas de las molestias derivadas del ritmo de vida actual.
Sin embargo el hecho de hacerlo a 40 grados es más controvertido, por un lado, tiene la ventaja de que el cuerpo se estira mejor en condiciones de calor, pero por otro, es cierto que cuanto más deshidratado está un músculo más posibilidades tienes de sufrir una lesión ante un estiramiento, aunque al no haber movimientos bruscos este riesgo es mínimo, y durante este mes de prueba no he visto ningún problema ni muscular ni articular en ningún practicante..
Lo bueno: Las posturas son una buena elección del total de las miles que se pueden encontrar en yoga, y con ella trabajas prácticamente toda la musculatura del cuerpo, tanto a nivel tonificación como estiramientos. Especialmente recomendable si tienes problemas lumbares.
En especial se lo recomiendo a los que tengan problemas de movilidad en las articulaciones de las caderas y la zona baja de la espalda, siempre avisando el profesor antes de comenzar la clase.
Lo malo: Francamente, este tipo de entrenamiento tiene pocas contraindicaciones, si bien es verdad que tiene algunas posturas muy exigentes para las rodillas, en caso de padecer algún problema articular o muscular es mejor hablarlo con el profesor antes de empezar la clase.
El precio, ronda los 15€ por sesión, dependiendo del centro y del tipo de bono.