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-¿Cuáles son las recomendaciones que siempre le da a un paciente antes de someterse a una operación de cirugía estética?
En primer lugar, trato de averiguar las razones que conducen al paciente a someterse a una intervención quirúrgica. En ocasiones, detectamos los deseos “del otro”, no de él o ella misma. Creo que una persona debe llegar a una operación quirúrgica cuando lo siente como necesidad para sí misma pero no como concesión a un tercero.
En cuanto a recomendaciones más formales, suelo indicar lo que todos los cirujanos: en casi todos los posoperatorios está contraindicado exponerse al sol durante unos meses. Debe saber que una operación necesita de un tiempo de recuperación variable según la intervención, pero siempre debe ser tenido en cuenta. Con la Cirugía Estética ocurre un fenómeno que no se observa en ninguna otra especialidad quirúrgica: nadie piensa que después de una operación de apéndice puede irse a una fiesta o a montar a caballo o cualquier otra cosa diferente de descansar. En Cirugía Estética, en cambio, hay pacientes que piensan que la recuperación es inmediata o a las 24 horas, como si no se tratase de una operación.
Además, tendremos que hacer un estudio previo que cambiará según la operación de que se trate.
-¿Por qué el láser se ha ganado la fama de instrumento milagro?
Yo creo que ha habido muchos intereses comerciales para que así fuera, con lo que consiguieron dejar en el público esa idea, hasta el extremo de que mucha gente cree que cuando se opera con un láser no quedan cicatrices, por ejemplo. Han conseguido desinformar de manera muy interesada.
Lo cierto es que el láser es un instrumento de gran utilidad pero de altísimo riesgo, que requiere de un gran entrenamiento y de un profundo conocimiento de la Física Biológica y de la acción de los diferentes tipos de ondas en los tejidos humanos. Como casi todo, en manos hábiles los resultados serán excelentes en otras menos hábiles, casi seguro lamentables. Sigue
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