Una dieta proinflamatoria y una alimentación inconsciente
El punto anterior nos conduce a hablar de este otro como primer factor desencadenante de la celulitis emocional. "Una dieta proinflamatoria (rica en ultraprocesados y alimentos palatables y sabrosos que activan el sistema de recompensa del cerebro) provoca desequilibrios en el organismo porque es una enfermedad silenciosa que precede a cualquier otro tipo de problema de salud como la diabetes y la hipertensión y por supuesto enfermedades de la dermis, de la piel", indica Carla Zaplana. Asegura que las células que “habitan” en zonas afectadas por la celulitis no reciben una nutrición adecuada. Por eso, las dietas antiinflamatorias son acertadas para atajar el problema: ayudan a eliminar la retención de líquidos y estimulan una buena salud celular.
Por otra parte, como dice Itziar Digón, psicóloga experta en alimentación consciente, cuando comemos inconscientemente y nos dejamos llevar por el automatismo acabamos haciendo malas elecciones y tomando pésimas decisiones. Ingerimos en consecuencia más calorías de las que nuestro cuerpo necesita y consumimos alimentos proinflamatorios que empeoran el estado de la celulitis.
-Lo más efectivo contra la celulitis, de los ejercicios a los tratamientos