"En caso de que se exprese en la piel, alivia mucho limpiarla con agua tibia, sin frotar, estando sentada, y con limpiadores sin activos irritantes", recomienda la experta Natahalia Arango sobre el ritual que agradecerán las que sufren de alergia primaveral. 

Después, "humedece tus manos con agua fría y, con las palmas abiertas, aprieta la piel de tu rostro, es un gesto que calma y reconforta. Mantén la piel muy hidratada, ayuda a fortalecer su manto de defensa", añade la especialista. 

Para terminar, "una vez por semana, limpia los ojos para purificar, suavizar y mantener la salud ocular, pauta que también ayuda a proteger la piel del contorno", concluye Arango.