Reafirmante, anticelulítico, reductor, tonificante... lo cierto es que, entre tanta terminología, puede parecer complicado localizar el cosmético que realmente necesitas. Lo primero es entender cuál es tu problema: ¿grasa localizada, flacidez o celulitis? Como explica Laia Puig, responsable de cosmética de la firma francesa LPG, "el objetivo de un cosmético reductor es rebajar el volumen corporal y activar la combustión de la grasa localizada en zonas dónde se acumula (abdomen, cartucheras, flancos, espalda, rodillas y cara interna de los muslos), y lo consiguen con las algas, el coral marino, el guaraná, el castaño de Indias o el extracto de té verde", mientras que un anticelulítico "reduce el aspecto de la piel de naranja, los hoyuelos y las depresiones que se forman gracias a activos como la cafeína, la L-Carnitina, el rusco, la escina o la centella asiática". Por último, si lo que te preocupa es la flacidez (consecuencia, quizá, del sedentarismo de las últimas semanas), deberías optar por una crema hidratante o aceite corporal con efecto reafirmante. En cualquier caso, la constancia es fundamental: aplícate a diario el producto (incluso mañana y noche) y combínalo con una dieta equilibrada y ejercicio habitual para conseguir el mejor efecto.
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