Irina Shayk es una de las supermodelos más admiradas del mundo y, aparte de unas facciones que rozan las perfección, sus curvas contribuyen a aumentar su belleza. 

Aunque el deporte forma parte de su vida y lo practica junto al entrenador Jason Walsh, Irina admite que no acude al gimnasio tanto como debería. Sin embargo, ha descubierto un lugar en el que se queman calorías sin necesidad de activar los músculos: la sauna de rayos infrarrojos. 

Esta modalidad de sauna calienta el cuerpo por medio de esta radiación y lo hace desde el interior: "Voy una o dos veces a semana cuando estoy en Nueva York, y siento como que hago deporte porque se pueden quemar unas 600 calorías”, asegura la modelo a W Magazine. 

Gracias al deporte, a este secreto, y a haber ganado la lotería genética, Shayk puede disfrutar de los carbohidratos sin miedo a perder la figura.