Belleza práctica: ¿Cómo afecta el frío a la piel?

Plan de acción para evitar que pasar el otoño y el invierno con buena cara

Por hola.com


Llega el frío. Ya toca. Aunque se está haciendo el remolón, todo parece indicar que este fin de semana viviremos un anticipo del invierno. Y la bajada de las temperaturas afecta a tu piel. Leonor Prieto, directora científica de La Roche-Posay, nos explica de qué manera sufre nuestro cutis en estos meses.

El efecto del frío
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el frío causa vasoconstricción en los capilares de la piel, lo que causa que no lleguen suficiente oxígeno ni nutrientes a las células de la epidermis, dejando la piel con un aspecto apagado. Pero, además, también se retrasa el ciclo de la renovación celular y se acumulan las células muertas, causando una sensación de tirantez y falta de confort debido a que esta capa de células muertas impide que la secreción sebácea natural de la piel llegue a la superficie para lubricar y nutrir la epidermis, dejando la piel seca y sensible.

Aspecto deshidratado
Aunque la piel tiene enzimas que la ayudan a soportar temperaturas inferiores a los 37ºC, pierde movilidad y elasticidad, se altera su barrera cutánea y se produce deshidratación y sequedad, e incluso irritaciones si la piel es sensible.

Zonas sensibles
También hay que tener un cuidado especial con los labios, ya que su piel es más fina, carecen de glándulas sudoríparas y sebáceas, por lo que regulan mal los cambios de temperatura, y con las manos, muy expuestas en los meses de invierno.

Plan de acción
Es fundamental utilizar cremas para el rostro con elementos hidratantes y relipidizantes, que protejan del frío y eviten la deshidratación intensa (La Roche-Posay cuenta con su crema Nutritic Intense, o también la gama Cold Cream de Avène); para los labios, productos reparadores específicos, y cremas específicas para la piel frágil de las manos. Aunque no nos apetezca tanto como en los meses de calor, cuando lo pide el propio cuerpo, es muy importante tomar mucha agua y alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, como las frutas y las verduras, pues una vez más insistimos en que la hidratación de la piel comienza también desde dentro.