'Tips' de belleza: labios bien hidratados frente al frío

Sufren especialmente los efectos de la bajada de las temperaturas

Por hola.com

El viento y el frío son los principales culpables del mal estado de nuestros labios en invierno. Junto con las manos, se convierten en la parte de nuestro cuerpo más expuesta a los rigores de los meses fríos, y su delicada y frágil piel sufre, ¡y de qué manera!, el efecto de las bajas temperaturas, mostrándose más cuarteados y con grietas.

Una piel diferente al resto
La piel de los labios tiene características propias y muy definidas. Para empezar, su capa exterior es mucho más débil y fina que la del rostro, de manera que su función de barrera es menos eficaz. Eso quiere decir que la boca es mucho más propensa a deshidratarse, con las consecuencias que ello tiene: descamación, tirantez y pequeñas grietas.

El color rojo de los labios viene dado por la extrema fragilidad de esta semimucosa, que permite que se transparente la red capilar. Por eso, cuando se aprieta un labio contra otro, éstos se ven más rojos, ya que se aumenta la irrigación sanguínea.

¿Sabías que?
La boca no tiene melanina, razón por la que no se pone morena y se quema con facilidad, puesto que no tiene protección ante los rayos ultravioletas. Por eso, si te encuentras en la playa o, sobre todo en esta época en la montaña, extrema las precauciones usando bálsamos con alto índice de protección solar. Los hay, por ejemplo, de Isdin, RoC, Neutrogena o Nivea.

¿Quieres que estén bien cuidados?
Hidratación, siempre. El mejor método para conservar la salud y la tersura de los labios es mantenerlos siempre hidratados, lo que se consigue fácilmente usando repetidas veces un labial hidratante o una barra de labios. Y la hidratación, además, puede convertirse en una buena aliada de su belleza: más allá de la implantación de materiales de relleno, la mejor forma de aumentar el volumen de los labios es mantenerlos siempre muy hidratados.
• Exfoliación y bálsamos. Además, para eliminar los pellejitos que aparecen, nada como una suave exfoliación, que se puede conseguir haciendo algo tan sencillo como frotarlos con la toalla (el viejo truco del cepillo de dientes es a menudo demasiado agresivo). Después, y mientras estén agrietados, recurre a un bálsamo de efecto regenerador, para eliminar células muertas y aliviar la sensación de tirantez. Y en cuanto sientas que la piel de los labios vuelve a estar tersa, usa bálsamos emolientes, ricos en agentes grasos. Se trata de complementar la función barrera de la piel y darles una capa de protección extra, como si los vistiera con un abrigo.
• Al maquillarlos... intenta evitar los lápices de labios muy mates o de larga duración, ya que estos tienden a resecar la boca. Es mejor optar por brillos o fórmulas cremosas que aporten hidratación y cuidado extra.