10 consejos para recibir 2011 con una 'sonrisa 10'

No te pierdas nuestro decálogo para presumir de una boca bonita

Por hola.com

2011 ya ha dado su pistoletazo de salida. Y tú quieres comenzarlo como se merece, ¡radiante! Vamos a recordarte una de las zonas más importantes del rostro, la boca, que, en estos días, tiene mayor protagonismo si cabe, pues las sonrisas brotan más que nunca en Navidad. Para que estos días -y durante todo el año- puedas lucir una sonrisa bonita y saludable, te resumimos con la ayuda de Smiling 10 pasos indispensables.

1. Buenos productos de higiene. Es fundamental contar con las herramientas básicas de higiene para mantener nuestra boca en perfecto estado: el cepillo dental ideal no debe ser grande para llegar a todos los sitios y debe tener filamentos sintéticos de una dureza media; tenemos que complementarlo con el uso de hilo dental para eliminar la placa de las superficies inaccesibles para el cepillo, y para terminar utilizaremos un colutorio para eliminar las bacterias y microorganismos causantes de caries, que además nos ayudarán a eliminar el mal aliento.

2. Un cepillado, ¡a la altura! Es importante cepillarse bien los dientes, comenzando por las caras externas de los dientes, de abajo a arriba, siguiendo la orientación vertical de los dientes para eliminar los posibles restos de alimentos. A continuación, pasaremos a cepillar las caras internas, es importante hacerlo de abajo hacia arriba.
Finalmente cepillaremos la parte de los dientes con la que masticamos. El cepillado de los dientes no tiene porqué ser fuerte y doloroso. Es importante que lo hagamos suavemente y sin dañar nuestras encías.

3. Al dentista de forma regular. Para evitar sorpresas desagradables, es fundamental visitar antes a nuestro dentista, con el fin de que evalúe la salud de nuestra boca. Recomendamos hacer un chequeo cada seis meses para prevenir problemas bucodentales.

4. Blancos como la nieve. Para presumir de dientes blancos y despedir el 2010 con la mejor de las sonrisas, podemos recurrir al blanqueamiento dental (en Smiling proponen el sistema Brite Smile, se realiza en tan sólo una sesión de 60 minutos blanqueando todos los dientes al mismo tiempo y con un promedio de 7 a 9 tonos).

5. Bye, bye, cigarrillos. Dejar de fumar puede ser un buen propósito para el año nuevo -y más aún con la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco-, pues recuerda que los dientes tienden a mancharse, y amarillearse gradualmente por la acción de la nicotina y el alquitrán. Además favorece la aparición de sarro dental y daña a las encías. Por si fuera poco , aumenta del riesgo de padecer cáncer bucal, de periodontitis y la pérdida precoz de dientes.

6. Fuera estrés. Que los compromisos, los regalos y las cenas con amigos no te causen estrés. Los nervios y la ansiedad alteran el sistema inmunológico y secan la boca, lo cual predispone a patologías como caries, mal aliento o enfermedades de las encías. En períodos de mucho estrés recomendamos beber mucha agua y hacer enjuagues bucales con flúor.

7. Ojo con las comilonas. No abuses de los dulces típicos de esta época. Los turrones, peladillas, mazapanes, polvorones y demás dulces navideños, deben de tomarse con moderación. Recuerda que estos productos ron ricos en azúcares y almidones, responsables de las caries, la placa bacteriana y la pérdida de esmalte. Por otro lado, trata de ingerir frutas, verduras y lácteos, aliados de una dieta equilibrada y de la salud bucodental.

8. Evita los alimentos muy pigmentados. El vino tinto, los dulces de colores, el vinagre, el té y el café poseen pigmentos que hacen que los dientes, con el tiempo, se vean más opacos y con una apariencia poco juvenil.

9. La limpieza, fundamental. Si no has acudido a realizarte una limpieza durante todo el año, esta puede ser la ocasión de hacerlo. Es recomendable hacerlo cada seis meses. Ayuda a reducir manchas asociadas con el café, el cigarro y el té. Además, elimina el sarro y la placa bacteriana que no se elimina con el cepillado.

10. ¡De buen humor! Sonreír transmite felicidad e irradia belleza. Se utilizan más músculos cuando se está triste que para sonreír.