Convertido ya en un clásico de la cosmética a pesar de su reciente juventud, el sérum es un concentrado muy potente de activos de reconocida eficacia, generalmente de cierto precio, reunidos en una textura muy ligera, sea gel o fluido.
La pregunta más habitual que suele hacerse es si debe usarse sólo, en sustitución de la hidratante habitual, o si bien por debajo del tratamiento.
Las mujeres de piel grasa pueden quizás limitarse a usar el sérum sin acompañamiento alguno, pero en general, es más recomendable aplicarlo bajo la crema nutritiva de su elección.
No es mala idea limitarse a usar una hidratante con antioxidantes y protección solar para el día, y reservar el sérum sólo para la noche.