El agente blanqueador de los dientes es el peróxido de hidrógeno, extraordinariamente agresivo con los tejidos blandos, como encías o lengua. Por eso, cuando se usa en casa se hace en forma de peróxido de carbamida, que se transforma en peróxido de hidrógeno bajo la acción del calor del cuerpo. Como explica el dr. Morillo, de la Clínica Rosales de Madrid, los llamados blanqueamientos progresivos se realizan noche a noche con la ayuda de una férula o molde de silicona que se coloca sobre los dientes, manteniéndose así toda la noche. La temperatura del organismo lo activa y, gradualmente, se consigue el aclaramiento dental. A los cinco días se observa un resultado notable, que se hace más evidente con el paso de los días.
El agente blanqueador de los dientes es el peróxido de hidrógeno, extraordinariamente agresivo con los tejidos blandos, como encías o lengua. Por eso, cuando se usa en casa se hace en forma de peróxido de carbamida, que se transforma en peróxido de hidrógeno bajo la acción del calor del cuerpo. Como explica el dr. Morillo, de la Clínica Rosales de Madrid, los llamados blanqueamientos progresivos se realizan noche a noche con la ayuda de una férula o molde de silicona que se coloca sobre los dientes, manteniéndose así toda la noche. La temperatura del organismo lo activa y, gradualmente, se consigue el aclaramiento dental. A los cinco días se observa un resultado notable, que se hace más evidente con el paso de los días.