Pinceles para los ojos

No hay que escatimar. Tan importante es la sombra como el pincel para aplicarla.

Por hola.com

Cuando de cosmética se trata, las mujeres a veces ahorramos en el chocolate del loro. Es decir, que nos equivocamos a la hora de recortar el presupuesto. Nos gastamos una pequeña fortuna en lápices de labios que luego nunca utilizamos, en sombras que apenas nos ponemos una vez y en quién sabe qué caprichos que acaban relegados al fondo del cajón. Y sin embargo, si hay algo en lo que coinciden todos los maquilladores es que donde de verdad vale la pena invertir es en los utensilios. Es decir, brochas y pinceles, que aunque no son baratos, duran, y duran, y duran…

Que quede claro: los aplicadores que vienen con las sombras son un detalle de agradecer a las marcas de cosmética, pero quien quiera obtener buenos resultados con ellos, lo tiene difícil. Los más útiles son:

  • Pincel de sombras claras. Ha de ser ancho y de pelo suave. Un buen truco es aplicar el color poniendo el pincel de lado, en paralelo a la piel, pues así se fija mejor.
  • Pincel de sombras oscuras. Debe ser estrecho, corto y de pelo medio. Los tonos oscuros se aplican con prudencia, soplando el exceso de producto antes de llevarlo al párpado.
  • Pincel para delineador. Estrecho, corto y de pelo semirrígido. Si se usa mojado, las sombras quedan más fijas y duran más tiempo. Se aplica justo en la raíz de las pestañas, para luego difuminarlo suavemente.
  • Pincel para cejas. Estrecho, corto, y de pelo duro. Con él se consiguen rellenar mejor las cejas poco pobladas aplicando sombras o incluso usándolos para difuminar el trazo del lápiz.
  • Pincel para corrector. Estrecho, largo y de pelo semirrígido. Permite llegar con mucha precisión a la zona del lagrimal, justo donde más falta hace el corrector de ojeras. Para sibaritas, pero muy práctico si se busca un resultado impecable.
  • Pincel para labios. Estrecho, corto, de pelo duro. Hace mucho más fácil delinear los labios con precisión y permite ahorrar mucho producto al requerir menos cantidad de labial y aprovechar el final de la barra.