Una mirada que resplandece
Algo que todas buscamos. Y que con unos sencillos consejos puede conseguirse.
Para contrarrestar los ojos rojos, nada como un toque de colirio y un trazo de delineador blanco o rosa muy claro en el interior del párpado, insistiendo en la zona del lagrimal. De hecho, dibujar con ese lápiz blanco toda la esquinita interna ilumina muchísimo los ojos y alivia el aspecto cansado.