Como apoyo y ayudante a una dieta y programa de ejercicios se puede acudir a un buen centro de estética. En los institutos serios se ofrecen programas que ayudan a mejorar la silueta de forma visible, dando no sólo un mejor aspecto a la piel sino, sobre todo, potenciando el adelgazamiento de las zonas de "alto riesgo" y contribuyendo a eliminar volumen, drenar y reafirmar de forma notoria. Mejorar la silueta en un centro de belleza
Un buen tratamiento intensivo es una forma excelente, aunque no especialmente barata, de ponerse en forma de cara al verano, pero para obtener el máximo rendimiento, debe:
Apoyar el tratamiento con cuidados en casa. Ser constante en las sesiones y no interrumpirlas antes de tiempo. Asegurarse la continuación de los resultados con sesiones de mantenimiento regulares. Evitando los hábitos que causaron el problema en primer lugar. Ser realista en sus expectativas. La estética ayuda, y mucho, pero no hace milagros.
¿Primeriza en el centro de estética? Qué hacer
La primera vez que se acude a un instituto de belleza es fácil sentirse intimidada. He aquí como sacar el máximo provecho.
No dude en comentar que nunca ha visitado antes una esteticista y pregunte qué debe hacer. En los institutos ponen braguitas desechables a disposición de quien prefiera ir cubierta. Si le molesta estar completamente desnuda, hágaselo saber a la esteticista. Por ejemplo, durante los masajes corporales se cubre a la cliente con una toalla, destapando sólo la zona que se está tratando. Lleve ropa cómoda, con la que le sea fácil vestirse y desnudarse. Algunos tratamientos, como los de sudación, pueden tener "daños colaterales" en maquillaje y peinado. No dude en llevar algo con lo que retocarse. Si se va a hacer la pedicura, calce zapatos abiertos o amplios para no estropear el esmalte, que a menudo tarda más de lo previsto en secarse. Consulte por adelantado sobre la disponibilidad de duchas, necesarias en algunos tratamientos.
No todos somos iguales
Una buena esteticista no se limita a hacerle cualquier tratamiento, sino que estudia su caso atentamente y le propone unas pautas, no antes de conocer sus hábitos alimentarios, de vida, morfología... Desconfíe de quien se limita a recomendar lo más caro, independientemente de sus necesidades.
Los tratamientos más habituales
La electroestimulación consiste en tonificar la musculatura mediante corrientes de baja intensidad. Estos programas son realmente muy eficaces, aunque no gustan a todo el mundo, ya que aunque se puede graduar la intensidad del programa, a veces puede resultar molesto. Es excelente para combatir la flacidez y reafirmar. La electrolipólisis es el tratamiento que usa corrientes eléctricas para ayudar a disolver los nódulos de grasa. Y es que una de las causas de la celulitis es precisamente la forma en que los adipocitos tienden a reunirse, creando auténticos atascos que atascan el intercambio de líquido intercelular, congestionan la circulación lo que, por ende, empeora el problema. Estas corrientes ayudan a disolver esos nódulos para que así la grasa se elimine más fácilmente. El drenaje linfático es una técnica manual consiste en masajes rítmicos muy suaves que ayudan a estimular la circulación de la linfa, lo que contribuye a eliminar toxinas y, sobre todo, a drenar y combatir la retención de líquidos. Es un tratamiento muy suave y agradable, especialmente recomendado para mujeres con problemas de circulación en las piernas, así como a las embarazadas. La presoterapia se realiza mediante unas botas de compresión que, como si fuera la banda hinchable de un aparato para medir la tensión, se van inflando y desinflando siguiendo un movimiento rítmico que mejora la circulación de la linfa. Es muy recomendable para quienes sufran de piernas hinchadas. Los tratamientos de sudación se basan en aumentar la temperatura del cuerpo para así provocar una transpiración general y abundante, lo que ayuda a eliminar toxinas. Es importantísimo recordar que éste no es un sistema para adelgazar, ya que sólo se pierde líquido, y ni una gota de grasa, por lo que todo se recupera nada más beber un vaso de agua. Es una forma de descongestionar, no un truco para perder kilos. Los masajes reductores combinan diversas técnicas manuales para movilizar la grasa y ayudar a su eliminación, mejorando la circulación. Los parafangos o envolturas con lodo consisten en cubrir el cuerpo con barros enriquecidos con oligoelementos y minerales, que tienen un poder descongestionante y revitalizante de la piel.
