"Como una lija muy grande" Así define la Dra. Nerea Landa este nuevo láser, que es una de las últimas revoluciones en estética. "Deja la piel con un aspecto más joven, como pulido". No es de extrañar que sea uno de los nuevos tratamientos favoritos de muchos especialistas, incluido el Dr. Antonio de la Fuente. "Se consigue un rejuvenecimiento importante sin interrumpir la vida normal del paciente", afirma.
La Dra. Kathy Estekhar hace un resumen tras más de un año de trabajo con este láser: "El grado de satisfacción de los pacientes está siendo de 9 en una escala de 1 a 10; sobre todo en las personas con piel fotoenvejecida o con cicatrices de acné. Hemos observado que los signos que mejoran más son las arrugas finas, las del contorno de los ojos, los poros abiertos, las cicatrices de acné y, en general, una mejora importante en la textura, hidratación y luminosidad debido al efecto de renovación cutánea".
Hay que imaginar la piel formada a base de miles y miles de puntitos, como un cuadro de Lichtenstein. El láser Fraxel la divide en esos puntitos para actuar tan sólo entre un 15 - 20% de los mismos, llevando su energía a través del agua de los tejidos. De esta forma, el láser llega muy profundo, pero al tratar sólo menos de una cuarta parte de la piel, deja alrededor de cada punto tratado otra gran parcela sin tratar. Esto hace que la piel intacta salga "al rescate" de la tratada, poniendo en marcha todos los mecanismos de recuperación internos. El resultado es una piel que se regenera desde el interior de forma muy rápida y activa.
Sin duda, lo más llamativo del láser Fráxel es que tiene un postratamiento muy fácil de llevar. En los días siguientes a la sesión, la piel puede verse algo más hinchada, con un ligero edema, y con un aspecto curiosamente bronceado. Puede haber pequeñas zonas descamadas, pero, básicamente, nada que no se trate con protección solar e hidratación. Sirve para zonas delicadas (cuello, escote, manos) que otros láseres no pueden tratar.
Al tratarse sólo una parte de la piel, requiere entre 3 y 5 sesiones, con lo cual el coste es muy elevado. El tratamiento puede ser molesto, lo que se soluciona aplicando anestesia tópica en el rostro. En algunas ocasiones, en vez de aspecto bronceado, la piel toma un tono rojo que dura aproximadamente dos o tres días.
Se aconseja para rejuvenecimiento facial, ya que mejora la calidad de la piel y consigue reafirmarla, así como para cicatrices de acné siempre que esté ya no esté activo.
El concepto de este nuevo láser es muy similar al Fráxel, ya que también es de tecnología fraccionada. Es decir, también divide la piel en "puntitos" (o "píxeles", como se dice en fotografía) y trata tan sólo parte de ellos. La Dra. Neus Tomás lo recomienda por ejemplo para las líneas finas de la boca o las arruguitas alrededor de los ojos, ya que una de las ventajas de este láser es que es adecuado incluso para zonas donde la piel es muy delicada.
La estética actual tiene otro eje clave en la radiofrecuencia, si duda una de las tecnologías estrella para eliminar grasa y reafirmar el tejido. Era lógico que aparecieran aparatos que la combinaran con láser.
El Dr. Pablo Boixeda asegura que son muchos los aparatos de este tipo que pronto estarán a nuestra disposición. "Se trata de una nueva generación, como el Affirm, que no duele y que también presenta grandes ventajas. Son igualmente láseres fraccionados (es decir, a puntitos), que dejan piel sana para que repitalice, y que permiten un tratamiento más o menos agresivo según las necesidades del paciente".
El Dr. Antonio Ortega apuesta por el láser Aurora, que combina radiofrecuencia con láser diodo. "En la epidermis, se eliminan las arrugas finas y se mejora la luminosidad. En la dermis, en la capa más profunda, se activa la generación de colágeno y elastina, que le dan turgencia y firmeza a la piel". Los primeros efectos son más inmediatos, mientras que los segundos aparecen al cabo de tres meses.
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