¿Se ha pasado de moda el lifting? No, pero lo cierto es que el increíble abanico de nuevas técnicas y materiales de relleno que existen para infiltrar en el rostro pueden prolongar su juventud y disimular el paso del tiempo con gran eficacia. El secreto para un resultado natural es, por supuesto, ponerse en manos de un médico experto y de confianza y saber para qué está recomendado cada tipo de material. Seleccionamos los más novedosos, lo último en el mercado.
Biodegradable o permanente: la gran lucha Cuando de rellenos faciales se trata, hay que diferenciar entre los materiales biodegradables o no permanentes, de duración limitada y que exigen retoques al cabo de los meses o años. Tienen la ventaja de poder ir evolucionando con el rostro, cuya forma cambia con el paso del tiempo, pero exigen una mayor inversión económica. A su contra, los materiales permanentes, que no se alteran. Evitan nuevas y costosas sesiones, pero al quedarse inalterables, pueden acabar resultando poco naturales a medida que cambia el rostro por el proceso normal de envejecimiento.
Materiales reabsorbibles Colágeno de origen humano. Uno de los problemas que la infiltración del colágeno presentaba era una posible reacción alérgica, dado su origen bovino. Los últimos avances en este campo son Cosmoderm y CosmoPlast, que se consiguen a partir del cultivo de tejido de la dermis humana en laboratorio, lo que evita problemas de alergia. Para muchos especialistas, por su corta duración (de tres a seis meses) el colágeno es un relleno "de prueba", un material a usar en una primera infiltración para, una vez vistos los resultados, decidirse por otro tipo de producto algo más duradero.
Materiales semipermanentes Radiesse. El secreto de este novísimo material es la hidroxiapatita cálcica, parecido al fosfato cálcico que hay en dientes y huesos. Para unos buenos resultados, es mejor inyectar este material poco a poco, incluso en varias sesiones. La duración del material es de aproximadamente dos años, cuando se puede plantear una nueva sesión. Es totalmente biocompatible, y cuando se pone en un tejido blando, funciona como la propia dermis. Restylane SubQ. La gama de productos Restylane, basada en el ácido hialurónico obtenido por biotecnología, es una de las más populares para relleno de tejidos y corrección de arrugas, puesto que, sin riesgos de alergia, el ácido hialurónico atrae el agua y así eleva y reafirma la piel desde el interior. Ahora esta "familia" se amplia con un hermano mayor, Restylane SubQ, más denso, y que se inyecta a mayor profundidad, para conseguir sobre todo la remodelación de volúmenes, ayudando a definir pómulos o mentón. Deja un aspecto muy natural, y además de rellenar arrugas, da más tersura a la piel, además de hidratarla desde dentro.
Materiales permanentes Aquamid. Gel compuesto por un 97,5% de agua y un 2,5% de poliacrilamida. Una vez se infiltra bajo la piel, el cirujano puede modelar el material y darle la forma deseada, por lo que además de suavizar las arrugas más profundas, puede actuar como si fuera una prótesis, ayudando a rellenar mentón, conseguir unos pómulos más prominentes o rellenar cicatrices profundas de acné. Como explica la Dra. Ribé del Instituto Javier de Benito "no se puede infiltrar demasiado superficial, pero tiene la ventaja de que, al ser homogéneo, en caso de necesidad se puede sacar como si fuera un gusanillo". BioAlcamid. Para rellenos importantes los médicos apuestan por este gel compuesto en un 97% de agua y un 3% de polialquilimida. Muy estable física y químicamente, permite modelar volúmenes medios. Este material se inyecta, momento en el que el cirujano le da la forma deseada a ese gel, que no tarda en convertirse en una prótesis interna y a la medida, totalmente estable. En caso necesario, se puede extraer con facilidad. Se está ampliando su campo de acción, y en ocasiones se usa para mejorar la forma de los codos, rodillas excesivamente huesudas o escotes muy hundidos.
