Cabello a todo color, 100% natural

Secretos del color de cabello, natural o teñido.

Por hola.com

Hasta hace apenas unos años, la única razón para teñirse el pelo era tapar las canas para aparentar menos edad. Y punto. Ahora, la coloración también puede ser divertida. Reflejos para aclarar; baños de color para potenciar el brillo o resaltar, que no variar, el tono natural; tintes en atrevidos azules, rosas o rojo fuego para los looks más vanguardistas… Son cada vez más las mujeres (y muchos hombres) que apuestan fuerte por el color. Lo que no significa que no sean muchos quienes prefieran aires más sencillos, libres de artificio, y apuesten por su color natural, cuyo origen, secretos y trucos para realzarlo les vamos a revelar.

La melanina, en la raíz y origen del color
Quién lo diría: el cabello, aunque no lo parezca, es transparente. ¡Incluso el más oscuro! Observado a través del microscopio (a veces, basta con hacerlo a simple vista), se ve que cada fibra es traslúcida, aunque, como si del cristal tintado de una vidriera se tratara, contenga en su interior pigmentos de melanina, que les dan ese color que cambia su aspecto según su cantidad, calidad y concentración, pues son los que reflejan la luz.
La melanina es un pigmento de lo más versátil y polifacético. Es el responsable del tono natural de la piel y de nuestra capacidad de bronceado, así como del color del cabello. Pero digamos que según su destino final (piel o cabello), varía ligeramente, como hermanos mellizos muy parecidos, pero no del todo idénticos. La melanina de la piel responde a la llamada del sol y se encuentra en la superficie cutánea, por la que se distribuye en un proceso de expansión horizontal (para cubrir y proteger la mayor cantidad de piel posible), mientras que la del cabello se esconde en el interior de la raíz, no depende de la radiación ultravioleta y se distribuye a lo largo, para colorear el cabello desde la raíz hasta la punta.
Existen dos tipos principales de melanina: la eumelanina (oscura), y la feomelanina, más clara. Por ejemplo, prácticamente el cien por cien de la melanina del cabello asiático y del africano es del primer tipo, mientras que la feomelanina es predominante en los pelirrojos. No se descarta la existencia de un tercer tipo de melanina, ya que esta encierra aún numerosos misterios, pero se suele considerar que la tonalidad del cabello viene determinada por la mezcla de estos dos pigmentos.

A cada edad, un pelo diferente
El color del cabello viene determinado genéticamente. Podemos alterar su aspecto exterior mediante tintes, reflejos o baños de color, pero sólo desde el cuero cabelludo hacia fuera: la raíz siempre crecerá de su color original, si bien esté cambia y se transforma a lo largo de la vida del individuo.
Durante la infancia el pelo es especialmente claro, y se oscurece con el transcurso del tiempo, a medida que madura el sistema de producción de melanina. De ahí que tanto bebé rubio pase a ser un adolescente trigueño y un adulto castaño… Este proceso se detiene cuando, por razones aún no del todo conocidas, los melanocitos que producen esta melanina se toman la jubilación anticipada y dejan de funcionar. Aparecen las primeras canas, y cabellos blancos crecen codo con codo junto a otros oscuros, sin que se sepa muy bien porqué suelen aparecer primero en las sienes o en qué medida están relacionados con la edad o la genética.