El mes de septiembre está a la vuelta de la esquina y, para muchos, la rutina volverá en apenas unos días. Se vuelve al trabajo y las jornadas de sol se reducen de manera drástica, por ello es aconsejable tomar algunas medidas para que el bronceado veraniego perdure. Y es que aún quedan días de sol para lucir el dorado.
Conservar el bronceado La primera medida para conservar un bronceado bonito durante más tiempo es la de que se hayan seguido anteriormente unos buenos hábitos para la exposición solar. Una exfoliación previa, una buena hidratación diaria y aplicarse una protección adecuada, son algunos de los hábitos que, si se han seguido desde un principio, ayudan mucho a conservar el bronceado. Si no se han tomado estas medidas, se pueden adoptar otras prevenciones. La alimentación también es importante, ya que existen alimentos que potencian el moreno. Las zanahorias, la sandía, las moras (que pronto estarán de temporada) o el melón contienen betacaroteno, que estimula la pigmentación de la piel.
Soluciones prácticas Algunas personas optan por las sesiones de rayos UVA para conservar el moreno. Si se decide por ellas, no olvide tomar las precauciones necesarias. La hidratación es otro elemento vital para no perder el color. Una piel hidratada es una piel nutrida y con un aspecto saludable. Por eso, es conveniente hidratar para que no llegue a pelarse. Además de las cremas, para hidratar también es importante el consumo de agua y de algunas verduras como los tomates, el pepino, las acelgas o el apio que son ricas en potasio, un mineral que hidrata la piel. Otra posible opción para mantenerse morena es el empleo de autobronceadores, que aportan a la piel la intensidad del bronceado deseado pero con la ventaja de que evitan los daños solares. Si se desea utilizar este tipo de productos, conviene utilizar un exfoliante para retirar las células muertas y obtener así un resultado más luminoso y reluciente.
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