Probablemente alguna vez ha tenido ojeras. Son un problema de lo más común y no por ello hay que desesperarse. Ahora, cuando los días se alargan y llegan las noches de buen tiempo, que nos animan a trasnochar, las mañanas suelen hacerse más duras y el cansancio se nota en nuestros ojos. Le damos algunos trucos para lucir una mirada bella y sin ojeras.
La coloración oscura de las ojeras tiene un fuerte componente genético, si bien es verdad que se hacen más visibles con el cansancio (debido a un atasco de la microcirculación de la zona); y con la edad, dado que la piel se hace más fina, disminuye la grasa de la cuenca de los ojos y esa pigmentación intensa se hace más visible.
El problema de las ojeras está causado por la fragilidad y delicadeza de la piel del contorno de los ojos, que permite que se transparente la red de capilares y venas de la zona, creando esa zona de pigmentación oscura.
Una buena solución es usar correctores, pero si además quiere dedicarle un cuidado cosmético, conviene usar, tanto por la mañana como por la noche, una crema hidratante específica para el contorno de los ojos. No conseguirá hacer milagros, pero ayudará a descongestionar y cuidar el área. Todas las marcas ofrecen excelentes productos, aunque concretamente Estée Lauder (Uncircle) y Christian Dior (Sorbet Eclat Yeux de la línea iOd) tienen contornos específicos para aliviar el problema de las ojeras.
Para aplicar bien el corrector, debe comenzar preparando la piel, aplicando antes la hidratante del contorno. Sea parca, incluso tacaña, y utilice poco producto. No intente tapar la ojera por completo y a toda costa. Por mucho que se empeñe, nunca logrará borrar del todo su tono algo azulado. La meta del quitaojeras es dar luz a la mirada, no hacer milagros. Extienda el corrector mediante suaves golpecitos, sin arrastrar ni estirar la piel. Este producto se puede usar tanto en solitario como por encima y por debajo de su base de maquillaje, pero cuidando siempre que se funda con su tez.
Otra de las soluciones estéticas más novedosas es la infiltración de sustancias de relleno en la zona de la ojera, lo que crea una especie de "colchón" entre la piel y la zona pigmentada, haciéndola menos visible. Para obtener un buen resultado, conviene recurrir a un médico estético de gran experiencia y precisión, ya que ésta es un área muy fina, por lo cual revela cualquier error en la infiltración.
