Pobre en lípidos y con tendencia a la deshidratación, la piel seca necesita cuidados específicos que la ayuden a mantener su función de barrera y a preservar la hidratación que tanto necesita, cuidados que podrían resumirse en las siguientes reglas:
Para la limpieza, use siempre productos suaves que no alteren la capa hidrolipídica de la piel. Evite el uso de tónicos astringentes o con alcohol. No olvide extender su hidratante también por cuello y escote. Incluso en caso de pieles muy secas, si siente que no debe extender su hidratante por las zonas más grasas, como frente, nariz y barbilla, no lo haga. Aumente la humedad medioambiental por medio de humificadores o, sencillamente, poniendo recipientes con agua cerca de la calefacción o del aire acondicionado. Evite los ambientes excesivamente calientes. Ciertas condiciones suponen un desafío extra para la piel seca, como el frío, el sol en exceso, el viento o los vuelos aéreos. En ese caso, proteja su cutis con una crema especialmente nutritiva. No se la juegue con el sol. Tómelo siempre con precaución y usando la protección adecuada. No olvide beber al menos dos litros de agua diarios, a ser posible de forma continua durante el día, no a grandes atracones. Ayude a su piel usando siempre productos específicos para piel seca. Una vez a la semana, regale a su cutis una mascarilla hidratante. Recuerde que las dietas extremadamente pobres en grasas pueden aumentar la sequedad cutánea.