Autobronceadores: manual de uso y disfrute

Con estos productos no es necesario esperar a las vacaciones para conseguir un bonito bronceado pero... ¿cómo se aplican?, ¿cuál es su duración?, ¿cómo obtener un tono natural?...

Por hola.com

Tras un invierno frío y desapacible, el sol y el buen tiempo han hecho su aparición y, con él, el regreso de las prendas ligeras que dejan al descubierto gran parte de nuestra piel. Una piel, en la mayoría de los casos, mucho más blanca de lo que nos gustaría. Sin embargo, todavía quedan algunas semanas para disfrutar de las ansiadas vacaciones de verano y ‘ligar’ bronce en la playa. ¿La solución?: los autobronceadores. Sin duda, la forma más sana y segura de lucir un bonito tono. Y es que estos productos, que reaccionan con los aminoácidos presentes en la capa córnea de la piel, resultan absolutamente inocuos.

Además, a pesar de las reticencias que algunas personas sienten hacia ellos (piensan que no dejan un color natural), lo cierto es que los autobronceadores han evolucionado mucho y, hoy en día, garantizan unos resultados impecables, siempre y cuando se sigan una serie de recomendaciones ‘al pie de la letra’:

-Asegúrese de que el autobronceador está indicado para su tipo de piel (normalmente los hay para pieles claras y para pieles oscuras o mates). Utilizar la gama más intensa en una tez clara tendría como resultado un tono antinatural y muy anaranjado. Si lo que quiere es conseguir más intensidad, la solución es repetir la aplicación. (Recuerde que el ‘falso bronceado’ no es visible hasta, al menos, dos horas tras la aplicación).

-Antes de aplicar el producto conviene realizar una exfoliación para que el resultado sea más regular.

-El autobronceador se extiende primero en la palma de la mano y, después, se distribuye con gestos circulares, siempre de arriba hacia abajo. Es muy importante conseguir que el producto quede bien extendido y que no se olvide de ninguna zona para que no queden manchas.