Cómo cuidar la piel a bordo de un avión

Las condiciones ambientales de las cabinas aéreas favorecen la deshidratación del cutis en los vuelos largos

Por hola.com

Es durante estos meses de verano cuando los aeropuertos viven sus días más intensos, con un gran trasiego de viajeros que van o vuelven de su lugar de vacaciones. Así, el avión se convierte en nuestro compañero durante algunas horas y, si ya ha realizado algún viaje largo en este medio, habrá tenido la posibilidad de comprobar en primera persona cómo sufre su piel después de pasar mucho tiempo en la cabina: tirantez, falta de luminosidad y sobre todo, gran deshidratación.

Los científicos del CE.R.I.E.S (Centro de Investigaciones Epidémicas y Sensoriales), principal laboratorio de investigación de los cosméticos de la firma Chanel, decidieron ponerse manos a la obra y comprobar cómo reacciona la piel durante un largo viaje por las nubes. Para ello midieron la hidratación facial y corporal de varias pasajeras de entre 30 y 39 años con una piel en perfecto estado, antes de la salida y durante todo el trayecto, y los resultados revelan que la piel sufre auténtico estrés hidratante en el avión.

Tras obtener los resultados de este particular estudio se constató que ninguna de las zonas del rostro y del cuerpo estudiadas (mejillas, frente y antebrazo, respectivamente) salieron ilesas después de un viaje prolongado en avión. En sólo tres horas, la piel se mostró deshidratada y áspera. La zona más resistente fue la frente (perdió un 15% de agua tras 4 horas de vuelo), mientras que los antebrazos demostraron ser la zona que más se deshidrata durante el trayecto.

Y es que permanecer durante 6 u 8 horas en la cabina de un avión es, para los científicos de este laboratorio una prueba para la piel comparable a una expedición por el Sáhara, pues la atmósfera reinante sobrepasa en sequedad la aridez del desierto. La temperatura es de unos 26º, mientras que la humedad media de las cabinas está en torno al 8%, lo que complica el mantenimiento del equilibrio de la piel.

¿Qué se puede hacer? Es conveniente montarse en el avión con la piel hidratada previamente y, además, es fundamental aplicarse hidratantes eficaces cada hora en el rostro, las manos y las zonas descubiertas del cuerpo. Un último consejo: beba al menos un vaso de agua también cada hora. Su piel se lo agradecerá en el aterrizaje.