¿Hace milagros la cosmética?

Para obtener resultados, ante todo hay que ser constante

Por hola.com

Hoy en día, en el mercado cosmético existen soluciones para casi todo, o al menos así es si nos creemos a pies juntillas las publicidades de los diferentes productos que llegan al mercado. Existen dos tipos de consumidoras: las que confían plenamente en las propiedades de los productos y las que 'si no lo ven no lo creen' y dudan de su eficacia. Pero, ¿hace realmente milagros la cosmética?

Cuando se habla de productos de belleza, existe una palabra clave: constancia. Para que una crema dé realmente resultados, es imprescindible utilizarla tal y como está pautado en las indicaciones y no realizar un tratamiento Guadiana, que aparece y desaparece. Sólo siguiendo el tratamiento durante el tiempo estipulado y de la manera en que se nos indica, conseguiremos mejorar nuestro problema en la medida de lo posible, pues también hay que ser consciente de que no siempre hay una solución infalible. Y, de hecho, la mejor arma para una piel bella es comenzar a cuidarla desde joven, para evitar así que ya en la madurez nos encontremos con problemas que vienen desde lejos y que son más difíciles de resolver.

Además, hay que tener muy en cuenta nuestro problema y nuestro tipo de piel. No es lo mismo tratar una piel sensible que una piel grasa o seca, por lo que la elección de la crema más adecuada es un paso fundamental a la hora de comenzar un tratamiento. Las muestras cosméticas son una buena opción para valorar si hemos dado en el clavo con el producto.

Por otra parte, cada producto tiene una función concreta y su eficacia se hace palpable cuando pasa un periodo concreto de tiempo. Por ejemplo, si se trata de una crema anticelulítica, los resultados no se empezarán a notar hasta, por lo menos, pasado un mes de comenzar el tratamiento; mientras, en el caso de una crema hidratante, los resultados aparecen mucho antes y la piel debe aparecer más suave y tersa casi de forma inmediata. Ante todo no hay que desesperarse, hay que ser constante y tener claro que la cosmética no hace milagros, pero, sin duda, nos ayuda a estar mejor.