¿Conoce los secretos de la toxina botulínica?

El Ministerio de Sanidad ha aprobado recientemente su uso en medicina estética

Por hola.com

Desde que se descubriera su uso cosmético, la toxina botulínica se ha convertido en una de las armas antiedad de mayor éxito en la medicina estética. En nuestro país, está de plena actualidad al autorizar el Ministerio de Sanidad, desde el pasado 18 de febrero, su uso estético (bajo el nombre comercial de Vistabel). A principios de la década de los 70 comenzó a utilizarse para tratar el estrabismo, y su uso oftálmico permitió descubrir un efecto secundario inesperado: la toxina paralizaba también los músculos de la frente, evitando así la formación de arrugas.

La toxina es un veneno extraordinariamente potente, pues basta una pequeñísima cantidad para acabar con la vida de una persona, pero su uso en medicina estética no presenta problema alguno, dado que las dosis son infinitesimales. Se aplica mediante inyección, por lo que no deja cicatrices y tiene efectos visibles inmediatos. Éstos son algunos de sus usos:

Combatir el estrabismo

  • El oftalmólogo estadounidense Alan Scott fue pionero en su infiltración como sistema para corregir el estrabismo (más conocido como bizqueo), siendo una alternativa a la intervención quirúrgica de menor riesgo, ya que no necesita anestesia.
  • El inconveniente es que, en ocasiones, necesita una cirugía posterior, y si se difunde a otros músculos, puede paralizarlos.

    Adiós al ceño fruncido
  • Si se inyecta toxina botulínica en los músculos de la frente, éstos quedan totalmente paralizados, lo que impide fruncir el ceño, gesto que provoca arrugas incluso en personas muy jóvenes, dando a veces un aspecto algo hosco y enfadado.
  • Los efectos duran alrededor de seis meses, aunque el periodo de tiempo se va acortando a medida que se repiten las aplicaciones.
  • La infiltración no requiere preparación ni más cuidados posteriores que no tumbarse en las horas siguientes para evitar que la toxina se acumule en un solo lado. En ocasiones se puede difundir la toxina y afectar también a los músculos del párpado, aunque ésta es una posible complicación de carácter temporal y desaparece al cabo de un tiempo.

    Un suave efecto lifting
  • Puede usarse como revitalizador facial si se inyecta de forma concreta y en cantidades infinitesimales en diversos puntos del rostro, consiguiendo así elevar la musculatura por un corto periodo de tiempo, que suele durar menos de una semana.
  • Éste es un tratamiento perfecto para ocasiones especiales en las que se quiera dar un aspecto más descansado y relajado a la expresión. De hecho, es uno de los tratamientos estrella en los días previos a los Oscar.

    Poner freno al sudor
  • Inyectado en zonas tales como las axilas o palmas de manos y pies, paraliza la actividad de las glándulas sudoríparas, cortando así la aparición de sudor.
  • El periodo de efectividad es de unos meses, y no conviene repetir el tratamiento constantemente, por lo que se suele limitar a periodos muy concretos, como el verano.