Hablar hoy en día de té es mucho más que hablar de una infusión. Tacita a tacita, se ha
labrado un puesto de honor en la cosmética actual, bien como el ingrediente que pone freno a las arrugas y preserva la juventud de la piel, o
bien como agradable remedio para atacar a
los kilos de más.
Una de las razones de peso de que esta buena fama vaya en aumento son sus inmensas cualidades como agentes antirradicales libres, sobre todo en el caso del té verde. Lo mismo sucede con el té
blanco, que se ha descubierto
como un extraordinario agente
protector.
Por su parte, el té rojo,
con importantes propiedades para quemar grasas, está
entrando a formar parte de la composición de numerosos productos reductores, tanto en
geles o cremas
como en complementos alimentarios. Sólo queda decir: ¡buen provecho!
