Hay quienes opinan que son una de las partes fundamentales del cuerpo, que si los pies están mal, la persona no puede sentirse bien. Aunque a veces se conviertan en los grandes olvidados, es fundamental esmerarse en su cuidado para que luzcan bellos y para que no conviertan una noche de ensueño en una pesadilla.
Los problemas que padecen son variados, pero todos pueden tener una solución inmediata que los alivie en la medida de lo posible. Le damos las claves.
Debe disfrutar de un pediluvio que alivie la congestión y refresque los pies, aplicando después una crema con algún agente refrescante como el mentol.
Debe ser constante en tres pasos diarios: limar, exfoliar e hidratar, para evitar el engrosamiento del estrato córneo. Use una lima específica para las zonas más gruesas, una exfoliante para todo el conjunto del pie y una crema que, a ser posible, debe aplicar tanto por la mañana como por la noche.
No intente eliminarlas de la noche a la mañana. Es conveniente acudir a un podólogo que elimine la piel muerta sin dañar el tejido sano. Posteriormente, es importante mantener un cuidado continuo de estas zonas hiperqueratósicas para evitar que se vuelvan a formar.
Sumérjalos en un baño de agua fría con sal o, aún mejor, alterne baños de agua fría y caliente para reactivar la circulación. Extienda un producto refrescante y ponga los pies en alto (a una altura superior a la del corazón) para mejorar el riego sanguíneo.
