Blefaroplastia: recuperar la belleza de la mirada

Esta técnica de cirugía estética lucha contra los sígnos del envejecimiento en los ojos

Por hola.com

Muchas personas ven en sus ojos las muestras más evidentes del paso del tiempo, precisamente marcadas en una de las zonas protagonistas de nuestro rostro. El envejecimiento de la piel hace mella en los párpados y en el contorno de los ojos, un antiestético problema que suele manifestarse a partir de los 30 años, cuando la mirada puede cargarse de un aspecto triste y cansado. Al margen de los tratamientos cosméticos que existen para intentar evitarlas o disimularlas, la cirugía estética también ofrece una solución: la blefaroplastia. No es extraño que sea una de las operaciones más demandadas por mujeres mayores de 35 años pues, aunque no puede detener el proceso de envejecimiento, sí que puede disminuir este problema.

Esta técnica pretende solucionar un problema muy típico: a medida que pasan los años, los párpados superiores se hinchan y caen sobre el ojo, dando un aspecto triste y envejecido al rostro, mientras que en los inferiores aparecen las tan temidas bolsas. Es entonces cuando se recurre a la cirugía estética, para frenar este problema.

La blefaroplastia trata la caída de la cola de la ceja y del párpado superior y las bolsas de los párpados (cuando son de grasa y no debidas a la retención de líquidos). Puede realizarse tanto con anestesia local y sedación como con anestesia general, dependiendo, entre otros factores, de si se realiza de forma aislada o conjuntamente con otras intervenciones faciales. El tratamiento consiste en la realización de una incisión en la piel de los párpados para extirpar la grasa que sobra; suele durar entre una y tres horas.

Una de las ventajas de esta operación es que los resultados suelen ser bastante buenos y definitivos, pues las bolsas de los párpados no suelen volver a aparecer y, además, las cicatrices son casi invisibles a los dos meses y a los 10 días las señales pasan desapercibidas con ayuda del maquillaje. Pese a las molestias posteriores a la operación, en principio, al mes de la intervención una persona puede volver a llevar una vida normal, según la SECE (Sociedad Española de Cirugía Estética).

Una advertencia: elija a un cirujano profesional y sepa que esta intervención no se recomienda a personas con problemas de tiroides, falta de lágrimas, presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares y diabetes.