Detrás de ellas se esconde una curiosa paradoja: son capaces de pasar desapercibidas si se encuentran en perfecto estado, pero se convierten en el centro de atención si se descuidan. Por ello, pese a que son las grandes olvidadas, cada vez se les da más importancia, por considerarse una de nuestras etiquetas de presentación más evidentes.
Así, cada temporada van cobrando un mayor protagonismo y, al igual que el colorido de temporada en maquillaje se renueva, también lo hace para las uñas. La gama de opciones va desde los colores más atrevidos, en tonos grises intensos o fucsias muy mates, hasta los tonos más claros, con esmaltes pastel nacarados (rosa, blanco y marrón claro), una de las tendencias más de moda de esta temporada.
Además, no se llevan las uñas muy largas, como sucedió en otros tiempos pero, eso sí, deben estar impecables y muy bien cuidadas, y no sólo las de las mujeres, sino también las de los hombres (sólo hace falta pensar en David Beckham, que no ha dudado en pintarlas para acudir a diferentes actos). Al margen de adaptarse a los colores más de moda, es fundamental mantenerlas preciosas y sanas. Le damos las claves.