Estados Unidos autoriza el uso de la toxina botulínica en estética

La Food and Drug Administration ha aprobado la utilización estética de la toxina botulínica del tipo A para frenar las arrugas del entrecejo

Por hola.com

El empleo de la toxina botulínica parece haber ganado su primera gran batalla. Después de diversas polémicas, llegó el momento de decir definitivamente adiós a las arrugas: la Food And Drug Administration (el organismo estadounidense encargado de aprobar la comercialización de alimentos y medicamentos) acaba de aprobar definitivamente su uso cosmético.

La luz verde oficial para el uso de la toxina botulínica en Estados Unidos llegó ayer. Hasta ahora, había aún personas que desconfiaban de las virtudes de ese método, uno de los más utilizados entre las ricas y famosas de todo Hollywood. De hecho, la polémica había saltado incluso en nuestro país, donde la Agencia Española del Medicamento alertó hace semanas contra el uso de la toxina botulínica como tratamiento antiarrugas.

La aprobación de la FDA se limita sólo a la toxina botulínica del tipo A destinada a los tratamientos de las arrugas del ceño, pero puede suponer un antes y un después. Y es que esta técnica se ha convertido en una de las armas antiedad de mayor éxito en la medicina estética. A principios de la década de los 70 comenzó a utilizarse para tratar el estrabismo, y su uso permitió descubrir un efecto secundario inesperado: la toxina paralizaba también los músculos de la frente, evitando así la formación de arrugas. Se aplica mediante inyección, por lo que no deja cicatrices y tiene efectos visibles inmediatos.

Ésos son los motivos por los que muchas estrellas se han convertido en incondicionales de esta técnica, y se ha comentado incluso que en las clínicas, durante la semanas previas a los Oscar, la actividad era frenética para atender la demanda que se generalizó en las semanas previas a la gala de los Oscar, pues las inyecciones se convirtieron en Las 10 claves para brillar en la noche de los Oscar para lucir espectaculares.

Además, los datos son explícitos, y no sólo las estrellas convierten este tratamiento en la verdadera fuente de la juventud, sino que más de un millón de americanos recurrieron a tratamientos con esta sustancia en el año 2000, y los especialistas estiman que este número puede haberse incrementado en un 50%.

Sólo el año pasado, Allergan, el fabricante que lo distribuye, obtuvo importantes beneficios en todo el mundo, la mayoría gracias a la distribución del Botox® como instrumento usado en estética. Este año, la compañía anuncia que los beneficios pueden ascender a los 420 millones de dólares (336 millones de euros). Hasta ahora, sólo había recibido la aprobación como tratamiento médico y oftalmológico.