Las claves para una correcta higiene bucal

Por hola.com
  • Para que un cepillo dental pueda cumplir eficazmente su misión debe reunir un conjunto de características: cabeza pequeña, capaz de penetrar en la boca hasta alcanzar los dientes y las muelas menos visibles; el mango recto y flexible y las cerdas han de ser preferentemente blandas y suaves, para que no lesionen las encías ni dañen el esmalte de los dientes (algo que sí puede hacer el cepillo de cerdas duras).
  • Es conveniente secar el cepillo de dientes "al aire" y no se debe guardar mojado.
  • Existe una gran variedad de técnicas de cepillado, con diferentes pautas de movimiento del cepillo. Es conveniente que estos movimientos sean al comienzo circulares, después verticales y por último horizontales, y deben ir cubriendo lenta y suavemente todos los dientes y las muelas, desde la encía hasta la parte superior. El cepillo debe colocarse a 45º, de modo que las cerdas penetren entre el espacio que une los dientes. El cepillado tiene que ser suave y debería acostumbrarse a usar hilo dental cada vez que se lave los dientes. Cada limpieza dental debe prolongarse por lo menos durante tres o cuatro minutos: así evitará problemas dentales.
  • Y atención: el cepillo de dientes no es eterno. Aunque le de pereza, el cepillo debe cambiarse en cuanto sus filamentos estén abiertos o quebrados en su implantación. Es recomendable cambiarlo cada 2 o 3 meses. Las cerdas se gastan con el uso y no cumplen con la limpieza a fondo como cuando estaban nuevas.
  • La labor verdaderamente eficaz de limpieza la realiza el cepillo. Los dentífricos pueden colaborar con él, pero en un grado menor. Tiene, sin embargo, otras ventajas: pueden eliminar manchas y pigmentaciones, e incluso pequeños acúmulos de sarro no muy adherido y, por ser perfumados, dejan en la boca una agradable sensación de frescor. Los hay de diferentes texturas y sabores y contribuyen a eliminar el mal aliento.
  • Últimamente están muy de moda los cepillos eléctricos, con los que se obtiene una limpieza más minuciosa de los dientes, pero cuidado, pues no son los indicados para las dentaduras demasiado sensibles.
  • Un truco: comer manzanas crudas provoca una saludable limpieza natural de la dentadura. Y es que una bonita sonrisa comienza por una boca sana.