Desodorantes: manual de uso

Conozca las diferencias entre desodorantes y antitranspirantes

Por hola.com

Los desodorantes contienen agentes bactericidas que impiden la acción de las bacterias que dan lugar al mal olor, así como perfumes que lo contrarrestan y elementos que absorben la humedad, pero no alteran ni impiden la producción de sudor. Los sticks y las cremas desodorantes son más eficaces que los sprays al contener una mayor concentración de activos anti-olor, pero dejan más rastro y hasta manchas sobre la piel y la ropa.

Los antitranspirantes, compuestos basados siempre en algún tipo de sal de aluminio, taponan o estrechan la abertura de los poros a través de los que sale el sudor, impidiendo que llegue a salir a la superficie. Así se evita la aparición de humedad, y, en consecuencia, del olor. Son más fuertes que los desodorantes, pero también más agresivos con la piel. No conviene usarlos si va a sudar forzosamente, como por ejemplo en el gimnasio: en ese caso, la humedad acaba apareciendo de todas formas, pero con un olor mucho más desagradable.

Son cada vez más los productos que combinan activos desodorantes con una baja concentración de antitranspirante. Elegir la fórmula idónea es una cuestión de gusto personal o incluso de época del año. Por ejemplo, en verano son aconsejables fórmulas más activas que en invierno.

Las toallitas desodorantes están empapadas en una solución limpiadora suave enriquecida con agentes antibacterianos, y son la solución perfecta para llevar en el bolso, guardar en la oficina o llevar en viajes largos. Basta con pasarlas por la axila para una limpieza de urgencia bastante satisfactoria.

Algunos extractos naturales, como el aceite esencial de bergamota, tienen una ligera capacidad antitranspirante, al ser astringentes y reducir el tamaño de los poros. Los aceites de ciprés y geranio desodorizan, y los de lavanda, naranjo y árbol del té son antibacterianos. El polvo de talco ayuda a absorber la humedad, pero no debe aplicarse cerca de las mucosas genitales.