Todo el mundo se ha quedado impresionado con las graves quemaduras que han sufrido recientemente los pr韓cipes noruegos Haakon y Mette Marit. Y es que el sol, una vez m醩, ha demostrado que puede jugar muy malas pasadas, por lo que la precauci髇 debe extremarse.
L骻icamente, lo m醩 sensato es intentar evitar quemaduras de ese grado, pero es cierto que en casos como el de Mette-Marit (un fototipo n髍dico, una brisa enga駉sa, un aumento de la luz inesperada a causa de los reflectores y los focos) alguien se puede llevar un gran disgusto a causa de la radiaci髇 ultravioleta.