Aunque muchas veces se consideró el "patito feo" de la familia, Kylie dio un golpe sobre la mesa y pidió paso, demostrando que es digna del apellido Kardashian. Durante estos años la hemos visto con un sinfín de looks, demostrando que le encanta divertirse con su pelo y probar diferentes estilos. Ha llevado la melena de color rojo, amarillo, verde, azul, rosa flúor, morado, gris... No hay color que se la resista y solo hay que ver estas imágenes para demostrarlo.